La rosácea está ligada a nuestra alimentación: lo que comemos, lo que bebemos, lo que nos afecta a nuestro organismo… todo ello va a repercutir en el aspecto y salud de nuestra piel.
Si sufres rosácea, o alguien cercano, te interesará saber qué alimentos pueden ayudar a controlar sus síntomas.
QUÉ ES LA ROSÁCEA
La rosácea es una enfermedad inflamatoria de la piel, crónica, con épocas de mejora y otras de empeoramiento. Se manifiesta desde un leve enrojecimiento (flushing) hasta la aparición de pápulas y póstulas, confundiéndose con acné. En algunos casos se desarrollan telangiectasias (dilatación vascular) y rinofima (acumulación en nariz de material fimatoso). Además, el paciente suele manifestar escozor, ardor y tirantez de piel. (1)
Generalmente se desarrolla simétricamente en el centro del rostro, en frente, mejillas, mentón. Y aunque es menos frecuente, también puede aparecer en orejas, cuello, cuero cabelludo y tórax.
La rosácea no solo cursa con síntomas dérmicos, también puede afectar a nivel ocular, endocrino y digestivo. Cada vez cobra más importancia la relación entre la salud intestinal (binomio microbiota-alimentación) y la sintomatología de la rosácea, pero esto lo veremos más adelante.
EPIDEMIOLOGÍA
La rosácea aparece en adultos entre 30 y 60 años, con mayor incidencia en mujeres.
Mundialmente hay 40 millones de personas con esta patología. En España se cuentan 4,2 millones pacientes, siendo Asturias, Castilla y León, Cataluña, Baleares, Madrid y País Vasco donde mayor incidencia se encuentra. (Datos recogidos hasta el 2012)
Lo más llamativo, es que el 81% de personas que padecen rosácea no están tratadas, generalmente por falta de información sobre esta enfermedad y el tratamiento adecuado. De las personas tratadas, se cuenta el doble de mujeres que de hombres. (2)
Imagen: gráfico adaptado de (2)
La rosácea infantil pasa desapercibida por la imagen de cierto rubor en el niño e incluso un leve eritema que se mal interpreta como saludable. Probablemente el niño tendrá antecedentes familiares con rosácea y estará predispuesto a desarrollarla con mayor sintomatología de mayor. (3)
CLASIFICACIÓN
Como ves hay un alto porcentaje de personas con rosácea que desconocen su afección, por ello es importante conocer su sintomatología y clasificarla, de esta manera será el dermatólogo quien proponga un tratamiento y desde la farmacia lo acompañemos con nuestro consejo.
Hay cuatro tipos (4):
- Eritemato-telangiestásica: aparecen rubor fugaz (flushing), vasos sanguíneos dilatados (telangiestasias) e incluso constante rojez (eritema).
Puede haber sensación de quemazón, prurito y/o descamación.
Se trata de la rosácea de inicio.
- Pápulo-pustulosa: además de flushing, hay pápulas y pústulas (inflamaciones en forma de granos) que se pueden confundir con acné, a diferencia de este, la rosácea pápulo-pustulosa no tiene comedones (ni puntos negros ni espinillas).
Esta rosácea es la evolución de la anterior.
- Fimatosa: aparición de fimas, es decir; aumento de volumen y grosor de ciertas partes de la piel.
Lo más común es la rinofima: engrosamiento de la nariz, aunque también puede aparecer en el ojo (blefarofimas), mentón (gnatofima), pabellón auditivo (otofima) y en frente (metofima).
Este tipo de rosácea es más frecuente en hombres.
- Rosácea ocular: se sufre enrojecimiento de ojos (telangiestasias en la esclerótida), sensación de cuerpo extraño, prurito, quemazón y fotosensibilidad.
Se ven afectados la córnea, conjuntiva y párpados.
Más de la mitad de los pacientes con rosácea padecen afectación ocular aunque la gravedad facial no provoca a su vez la misma gravedad ocular.
Imágenes: Distintos tipos de rosácea.
De izquierda a derecha: rosácea eritemato-telangiestásica, pápulo-pustulosa y fimatosa (rinofima).
Fotografías tomadas de Protocolo de actuación en la farmacia ante principales problemas dermatológicos Sefac
Aunque se hayan diferenciado cuatro tipos, pueden darse varios en la misma persona. Además, cada subtipo necesita un tratamiento diferente, de ahí la importancia de su diagnóstico por el dermatólogo.
FACTORES PREDISPONENTES Y DESENCADENANTES
Aún no se ha encontrado una etiología clara de la rosácea, lo que sí se sabe es que hay unos factores predisponentes y otros factores desencadenantes.
¿Qué quiere decir esto? Significa que aunque tengas cierta predisposición física/fisiológica a desarrollar una rosácea, depende de los factores desencadenantes que la sufras en mayor o menor medida. Por ello es tan importante conocer los factores desencadenantes y evitarlos.
- Factores predisponentes (4):
- Alteraciones de la barrera cutánea: debido al abuso o el uso de productos inadecuados para nuestra piel.
- Modificaciones vasculares: debidas a fragilidad capilar facial.
- Existencia de agentes microbianos y parasitarios: por un sobrecrecimiento en la epidermis del ácaro Dermodex folliculorum y también asociadas a infecciones por Helicobacter pylori.
- Predisposición genética: entre un 30-40% de pacientes tienen antecedentes familiares con rosácea.
- Alteración del sistema inmune: las defensas celulares están más alerta de lo normal.
- Factores desencadenantes (1, 3):
FACTORES ALIMENTARIOS
La dieta, los alimentos y los productos que ingerimos cada día junto con las bebidas, influyen en el estado de nuestra piel. Tanto es así que la eliminación de ciertos alimentos o sustancias pueden ayudar a controlar síntomas asociados a problemas dérmicos, como en el caso del que os hablo: la rosácea (5).
Hasta ahora lo que se ha estudiado, es que estas sustancias ingeridas, activan ciertos procesos celulares que terminan provocando una vasodilatación neurogénica, es decir, inflamación.
Además, lo que comemos influye en nuestra microbiota intestinal y esta a su vez influye en la salud de nuestra piel. Se están realizando estudios en los que se demuestran que mejorando la microbiota intestinal se disminuye la sintomatología de la rosácea (6).
Pero vamos a lo que nos interesa: alimentos debemos de evitar para reducir la apariencia de nuestra rosácea (3):
Me gustaría haberte hecho una lista más amplia, que te despejara totalmente las dudas, pero no hay más estudios que demuestren que otros alimentos o productos ingeridos influyan negativamente en la rosácea. O al contrario, otros que comiéndolos en mayor cantidad nos ayuden. Con esto quiero trasmitirte, que no creas que tal hierba te curará, que por comer más verdura del Himalaya te sanarás y que por beber el agua de San Bendito desaparecerá tu rosácea.
TAMBIÉN ES IMPORTANTE
A mayores de los mencionados te doy unos consejos que tanto para la rosácea como para cualquier problema dermatológico te vendrán de perlas:
- Mantén siempre una alimentación equilibrada, suficiente, variada y saludable.
- Toma alimentos de temporada.
- Cocina los alimentos lo más saludablemente posible utilizando las técnicas de cocción que permiten mantener todas las propiedades nutricionales de los alimentos.
- Evita los procesados y por supuesto, huye de los ultraprocesados.
- El agua es la mejor bebida, la más sana y barata.
- Evita tóxicos: tabaco, automedicarse…
- Practica deporte o realiza alguna actividad física regular.
- Busca tiempo de relax
ROSÁCEA Y ALCOHOL
Merece la pena un apartado especial que trate el consumo de alcohol en personas con rosácea y ¿por qué? Porque el consumo habitual de alcohol por parte de adultos en Europa y en Estados Unidos está en un 52%, es decir; un porcentaje altamente peligroso.
El alcohol es un tóxico para cualquier persona sana y, más aún, cuando se tiene alguna patología. Y la rosácea es una patología dérmica.
Pero, ¿cómo influye el alcohol en la rosácea?
El etanol del alcohol se metaboliza principalmente en el hígado pero también una porción de este lo oxida la microbiota intestinal, dando lugar a un producto (acetaldehído) más letal que el propio etanol y que destruye nuestras bacterias intestinales buenas. El consumo habitual de alcohol provoca un desequilibrio en la microbiota intestinal dando lugar a lo que se conoce como disbiosis intestinal: aumento de microorganismos patógenos (como el mencionado Helicobacter pylori) y disminución de los beneficiosos. Como consecuencia de este desequilibrio aparece el SIBO: sobrecrecimiento de bacterias del intestino grueso (colon) en el intestino delgado.
Por si te parece poco este efecto del alcohol sobre tu intestino, el alcohol también provoca aclorhidria y disminución de la motilidad intestinal. Todo ello, un magnífico caldo de cultivo para el crecimiento de bacterias luminales.
Como antes comenté, hay varios estudios que demuestran como la microbiota intestinal en desequilibrio, disbiosis o SIBO, provoca el empeoramiento de la rosácea. Aquellos pacientes en los que se trataron los problemas de desequilibrio intestinal así como en aquellos en los que se erradicó el Helicobacter pylori se produjo una mejoría en la sintomatología de la rosácea (7).
Esto no quiere decir que todas las personas que sufren rosácea tengan disbiosis o Helicobacter pylori. Habría que hacer un estudio personalizado y ver cómo se encuentra su salud intestinal.
TRATAMIENTO
Como ya comenté en la clasificación de la rosácea, hay varios tipos y una misma persona puede tener cursar con mezcla de ellos.
En primer lugar, si crees que sufres rosácea deberás acudir a tu dermatólogo quién te aconsejará un tratamiento adecuado y te hará un seguimiento y control del mismo.
Paulatinamente, desde la farmacia podemos acompañar ese tratamiento con nuestro consejo dermofarmacéutico y aclarar tus dudas.
Por tu parte, sigue las pautas dadas y toma nota de los consejos de alimentación que te he dado. Verás, como mejoras y podrás mostrar tu mejor cara.
La cara es el espejo del alma,
cuida la piel que la cubre
y el reflejo será más nítido.
FUENTES
(1): Gil MJ, Boidexa JP, Truchuelo M, Morais P. Rosácea: revisión y nuevas alternativas terapéuticas. Rev. Semergen. 2011; 37 (2): p. 83-6.
(2): El 77 % de las personas con enrojecimiento facial asociado a la rosácea se sienten avergonzadas o inseguras por el aspecto de su piel. El Farmacéutico [Internet]. Ediciones Mayo; Octubre 2014 [Consultado el 15 de abril de 2018]. Disponible en: http://elfarmaceutico.es/index.php/noticias-actualidad-farmaceutica/item/5155-el-77-de-las-personas-con-enrojecimiento-facial-asociado-a-la-rosacea-se-sienten-avergonzadas-o-inseguras-por-el-aspecto-de-su-piel#.WpSCrK7ibIU
(3): Culp B, Scheinfeld N. Rosácea: una revisión. Farmacia y Terapéutica. 2009; 34 (1): 38-45.
(4): Cebián R, García MD, González A, González P, González M, Herrerías G et al. Rosácea. Protocolo de actuación en la farmacia ante principales problemas dermatológicos. En: Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC); 2016. P. 145-51
(5): La piel y la dieta: una actualización sobre el papel del cambio dietético como una estrategia de tratamiento para la enfermedad de la piel. PubMed [Base de Datos en Internet]. NCBI: Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos; 2018 [Consultado el 16 de abril de 2018]. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29357214
(6): Dieta y rosácea: el papel del cambio dietético en el tratamiento de la rosácea. PubMed [Base de Datos en Internet]. NCBI: Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos; 2018 [Consultado el 16 de abril de 2018]. Disponible en https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29214107
(7):Drago F, Ciccarese G, Herzum A, Rebora A, Parodi A. Consumo de rosácea y alcohol. Rev. De la Academia Americana de Dermatología [Internet]. Enero 2018 [Consultado el 16 de abril de 2018]; 78 (1). Disponible en: http://www.jaad.org/article/S0190-9622(17)32432-5/fulltext