Era sé una vez una mujer con unos labios escarchados, agrietados y con un aspecto poco sugerente. Hasta que un día un amigo le regaló un protector labial y le dio unos consejos de cuidados. Ahora enseña su mejor sonrisa con unos labios suaves y envidiablemente saludables.
¿Quieres ser la protagonista del cuento? Pues lee el artículo.
ESTRUCTURA

Aunque nos parezca que nuestros labios es una continuidad de la piel facial, estos tienen una estructura anatómica distinta.
Están divididos por un plano cutáneo, otro mucoso y entre ellos un plano muscular.
Tiene gran cantidad de terminaciones nerviosas en los bordes labiales lo que le confiere alta sensibilidad.
En epitelio labial hay una superposición de células muertas, con alta concentración de eleidina, proteína que proporciona el color transparente a esta capa.
Debajo del epitelio encontramos el tejido conectivo de la dermis, cuyos vasos sanguíneos confieren un color rosado a los labios.
Algo muy importante del epitelio es que no está queratinizado ni contiene material graso por lo que es una zona que requiere una hidratación extra.
Además, los labios no contienen a penas melanina ni pueden aumentar el estrato córneo, esto supone una baja protección ante la radiación solar y agresiones externas.
PROTECTORES LABIALES
La principal función del protector labial es crear una barrera protectora de manera que mantenga la hidratación y aporte una defensa extra frente a la radiación solar y a las inclemencias del tiempo.
Para este fin se utilizan varios componentes:
Base emoliente: es la base principal. Generalmente hecha con manteca de cacao pero también con grasas hidrogenadas, aceites, colesterina, lecitina y ceras.
Ceras: dan solidez al producto. Su usan Cera de abejas, Cera de carnauba y Cera de candelilla.
Aceite de ricino: proporcionan brillo y suavidad a los labios.
Lanolina: nos da brillo y mejora adherencia.
Vitaminas: aumentan regeneración del epitelio labial. Por ejemplo: pantenol, tocoferol y ácido ascórbico.
Sulcralfato: principalmente para cicatrizar.
Filtros solares: de distinto tipo y en distinta proporción según el tipo de exposición (desde un 10 a un 50 SPF).
Conservantes: evitan el enraciamiento de la grasa con que se formulan.
Otras sustancias: para mejorar la apariencia, el gusto y el olor del cosmético.
CONSEJOS
Como antes he comentado, el labio es muy sensible y está poco protegido naturalmente, por lo que debemos utilizar el protector labial a diario para mantener unos labios saludables y bonitos.
Conejos:
Personas que habitualmente sufren herpes labiales: utilizar protectores muy hidratantes con alta protección solar.
Cuando el labio está maquillado hay que limpiar con productos adecuados y si solo nos hemos aplicado el protector labial no hace falta retirarlo.
No tirar de las pielecitas que aparecen en los labios. Es conveniente el uso de exfoliantes labiales que eliminarán las células muertas, no hay que olvidar aplicar una crema hidratante regeneradora posterior.
Evita morderte los labios así como humedecerlos con la saliva pues esta reseca más.
Cuando nos lavamos los dientes hay que retirar bien los restos de pasta dental pues es un producto secante.
Y desde luego, no fumes. Tanto el humo como la composición de los filtros resecan la delicada piel de los labios. Además, evitarás tener un código de barras prematuro (aparte de otros muchos motivos).

USO DE PROTECTORES
Durante todo el año: es necesario durante el otoño e invierno para abrigarlos del frío y el viento, así como también en primavera y verano protegiéndolos de la radiación solar.
En niños: este tipo de protectores son de sabores agradables y además están formulados con extractos de plantas.
En personas mayores: en esta época los labios tienden a secarse con más facilidad y además van afinando sus estructuras, confiriendo una mayor desprotección.
Uso decorativo: un labio maquillado y cuidado es un atractivo, por ello el uso de labiales con color es tan extendido. Aunque cada vez son más los maquillajes labiales que aportan activos hidratantes, las fórmulas de larga duración y mates suelen secar el labio, es recomendable el uso de un labial hidratante junto con el fijo.
Voluminizadores: además de hidratar y proteger, dan volumen a los labios finos. Suelen estar compuestos por ácido hialurónico y con colores que dan amplitud visual.
En hombres: aunque la hidratación es básica, independientemente del sexo, en el caso del hombre suele ser el gran olvidado. Recordarlo e insistir sobre todo cuando practican deportes al aire libre y con mayor exposición solar.

ALTERACIONES COMUNES DE LOS LABIOS
Fisuras labiales: pequeñas depresiones puntiformes o fístulas, que se encuentran en el borde bermellón.
Queilitis: proceso inflamatorio, con descamación y erosión en la porción del bermellón que puede ser de tipo aguda o crónica. Queilitis comisural: inflamación bilateral crónica de las comisuras.
Herpes labial: erupción de pequeñas ampollas que, tras romperse, forman costras. Además se caracteriza de un proceso crónico asociado a bajada de defensas, alteraciones hormonales, estrés…
Leucoplastia: se caracteriza por manchas blancas irregulares algo engrosadas.
Liquen plano: inflamación y aparición de unas pequeñas placas de color púrpura o rojo y que pueden provocar mucho picor.
Y para que tengas toda la información en un vistazo, aquí tienes el resumen:

Ya sabes lo que decía la canción: “Bésame, bésame mucho…”
pero para eso necesitas unos labios suaves y delicados.
Cuídalos y ofrece tu mejor beso.
FUENTES
- Cuidado de los labios: hidratación y protección. Dermofarmacia. Rev. Farmacia Profesional.
- Cosmética labial: protección y embellecimiento. Dermofarmacia, Ámbito farmacéutico. Rev Offarm.
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