Si en algún momento pensaste que nada puede cambiar el ritmo del mundo… te equivocaste. Desde el nacimiento de un bebé hasta el orden mundial de todas las naciones pueden depender de un factor común: un virus.
Si en algún momento pensaste que nada puede cambiar el ritmo del mundo… te equivocaste. Desde el nacimiento de un bebé hasta el orden mundial de todas las naciones pueden depender de un factor común: un virus.